AĂşn no sabes cĂłmo instalar la App de @Mostro para comprar o vender BTC sin datos personales?
Te lo explico paso a paso aquĂ:
Cripto Panas
Cripto Panas
CriptoPanas@BitcoinNostr.com
npub1c99a...wnw3
Making video tutorials about Bitcoin in Spanish for my youtube channel
SabĂas que en tu JADE de @Blockstream puedes configurar un Duress PIN para proteger tus #BTC que tengas en Cold Storage.
Te explico qué es un Duress Pin y cómo configurarlo en este video:
Comparto por aquà mi último video, sobre la plataforma Pay with Flash, empresa que nos permite cobrar muy fácilmente en BTC por nuestros productos o servicios.
Yo llevaba un par de años buscando un sistema que me permitiera vender artĂculos digitales (ebooks, pdf, etc) y que fuera fácil de usar. Flash, es mi opiniĂłn es una gran soluciĂłn.
Aqui el link al video:
BITCOIN vs INMUEBLES
Tenemos que ser conscientes de que la liquidez siempre fluye hacia los activos realmente escasos: acciones, oro, propiedades, obras de arte y, por supuesto, Bitcoin. Ya todos sabemos que no sirve de nada “ahorrar” o acumular activos que no son escasos, como el dinero fiat.
En este post quiero compartir la experiencia que tuve al vender un inmueble, una aventura que me ayudó a entender aún más lo poderoso que es Bitcoin como activo.
La propiedad que vendà no era una inversión; fue nuestro hogar durante más de 15 años.
Entiendo perfectamente el valor de tener tu propio hogar. Lo que me cuesta entender es la lĂłgica de quienes invierten en inmuebles:
los que compran para alquilar “porque es un ingreso pasivo” y de pasivo no tiene nada. O los que compran, reforman y venden esperando sacar una pequeña ganancia.
LA VENTA DEL PISO
Pusimos nuestro piso a la venta en abril. Estaba alquilado a una pareja joven, inquilinos ejemplares, que ya llevaban más de un año allĂ.
En el anuncio especificamos que el piso era ideal para inversores, ya que los inquilinos estaban contentos y querĂan seguir en la zona.
Más de 20 personas vinieron a verlo y recibimos varias ofertas, pero nadie ofrecĂa el precio que pedĂamos.
En el mercado no habĂa nada similar al mismo precio. De hecho, en el mismo edificio, una planta más arriba y sin ascensor habĂa un piso un 15% más caro y con necesidad de reformas.
Durante cuatro meses estuvimos recibiendo visitas. Varios interesados nos dijeron que no querĂan comprar una vivienda con inquilinos dentro.
Uno incluso comentó que, en el mundo de los inversores inmobiliarios, llaman “bichos” a los inquilinos, y que comprar con el “bicho dentro” es de alto riesgo.
Prefieren perder algunos meses de alquiler, pero elegir ellos mismos al futuro inquilino.
EL PISO VACIO
DespuĂ©s de oĂr eso, pedimos a nuestros inquilinos que desocuparan la vivienda. Les dimos tres meses, pero en menos de uno ya se estaban mudando. Dejaron todo en excelente estado.
Una vez el piso quedĂł vacĂo, aumentĂł notablemente el interĂ©s. Muchos venĂan a verlo, pero la mayorĂa buscaba justificaciones para rebajar el precio, señalando cada pequeño defecto.
En esos momentos, no hacĂamos más que pensar en lo simple que es Bitcoin.
Un inmueble es no fungible: no hay dos iguales. Si para ti ese piso es perfecto, para otro tendrá mil defectos.
Con Bitcoin, en cambio, si necesito liquidez vendo solo la parte que quiero, sin negociar con nadie. Un inmueble es indivisible y venderlo entero puede tomar meses o incluso años.
LA VENTA Y LOS IMPUESTOS
Finalmente apareciĂł un comprador decidido y dispuesto a pagar la cantidad que pedĂamos. En menos de diez minutos dijo que lo querĂa, hizo una transferencia para reservarlo y firmamos el contrato de arras.
Dos meses después hicimos la escritura.
Y aquĂ llegĂł la sorpresa de los impuestos.
Cuando compramos el piso, ya habĂamos pagado un buen porcentaje en impuestos. Durante todos los años de propiedad, pagamos IBI y tasas municipales.
Pero al vender, Hacienda cobrĂł antes que nosotros.
Por ser residentes fiscales fuera de España, el comprador tuvo que retener el 3% del valor de venta para ingresarlo en Hacienda a nuestro nombre.
TambiĂ©n se retuvo y pagĂł la plusvalĂa municipal.
BITCOIN NO TIENE GASTOS
Con Bitcoin como activo de inversiĂłn no tengo gastos de mantenimiento, ni comunidad, ni seguros, ni riesgos de impago, ni impuestos por tenerlo.
En Portugal, además, no existe el Impuesto de Patrimonio.
En cuanto a ganancias: por la venta del piso (tras más de 15 años) hay que pagar entre el 19% y el 27% dependiendo del importe.
En cambio, en Portugal, si vendes Bitcoin que has mantenido un año o más, no pagas nada.
Estoy convencido de que muchos inversores en inmuebles empezarán a salir poco a poco del ladrillo y entrar en el mundo de la propiedad digital, porque las ventajas son evidentes.
Bitcoin es divisible, inembargable, portable, incensurable, sin gastos de mantenimiento, sin aburridas reuniones de comunidad, sin okupas ni inquilinos morosos.
Bitcoin es propiedad pura, sin fricciones, sin intermediarios y sin sorpresas fiscales.
Tenemos que ser conscientes de que la liquidez siempre fluye hacia los activos realmente escasos: acciones, oro, propiedades, obras de arte y, por supuesto, Bitcoin. Ya todos sabemos que no sirve de nada “ahorrar” o acumular activos que no son escasos, como el dinero fiat.
En este post quiero compartir la experiencia que tuve al vender un inmueble, una aventura que me ayudó a entender aún más lo poderoso que es Bitcoin como activo.
La propiedad que vendà no era una inversión; fue nuestro hogar durante más de 15 años.
Entiendo perfectamente el valor de tener tu propio hogar. Lo que me cuesta entender es la lĂłgica de quienes invierten en inmuebles:
los que compran para alquilar “porque es un ingreso pasivo” y de pasivo no tiene nada. O los que compran, reforman y venden esperando sacar una pequeña ganancia.
LA VENTA DEL PISO
Pusimos nuestro piso a la venta en abril. Estaba alquilado a una pareja joven, inquilinos ejemplares, que ya llevaban más de un año allĂ.
En el anuncio especificamos que el piso era ideal para inversores, ya que los inquilinos estaban contentos y querĂan seguir en la zona.
Más de 20 personas vinieron a verlo y recibimos varias ofertas, pero nadie ofrecĂa el precio que pedĂamos.
En el mercado no habĂa nada similar al mismo precio. De hecho, en el mismo edificio, una planta más arriba y sin ascensor habĂa un piso un 15% más caro y con necesidad de reformas.
Durante cuatro meses estuvimos recibiendo visitas. Varios interesados nos dijeron que no querĂan comprar una vivienda con inquilinos dentro.
Uno incluso comentó que, en el mundo de los inversores inmobiliarios, llaman “bichos” a los inquilinos, y que comprar con el “bicho dentro” es de alto riesgo.
Prefieren perder algunos meses de alquiler, pero elegir ellos mismos al futuro inquilino.
EL PISO VACIO
DespuĂ©s de oĂr eso, pedimos a nuestros inquilinos que desocuparan la vivienda. Les dimos tres meses, pero en menos de uno ya se estaban mudando. Dejaron todo en excelente estado.
Una vez el piso quedĂł vacĂo, aumentĂł notablemente el interĂ©s. Muchos venĂan a verlo, pero la mayorĂa buscaba justificaciones para rebajar el precio, señalando cada pequeño defecto.
En esos momentos, no hacĂamos más que pensar en lo simple que es Bitcoin.
Un inmueble es no fungible: no hay dos iguales. Si para ti ese piso es perfecto, para otro tendrá mil defectos.
Con Bitcoin, en cambio, si necesito liquidez vendo solo la parte que quiero, sin negociar con nadie. Un inmueble es indivisible y venderlo entero puede tomar meses o incluso años.
LA VENTA Y LOS IMPUESTOS
Finalmente apareciĂł un comprador decidido y dispuesto a pagar la cantidad que pedĂamos. En menos de diez minutos dijo que lo querĂa, hizo una transferencia para reservarlo y firmamos el contrato de arras.
Dos meses después hicimos la escritura.
Y aquĂ llegĂł la sorpresa de los impuestos.
Cuando compramos el piso, ya habĂamos pagado un buen porcentaje en impuestos. Durante todos los años de propiedad, pagamos IBI y tasas municipales.
Pero al vender, Hacienda cobrĂł antes que nosotros.
Por ser residentes fiscales fuera de España, el comprador tuvo que retener el 3% del valor de venta para ingresarlo en Hacienda a nuestro nombre.
TambiĂ©n se retuvo y pagĂł la plusvalĂa municipal.
BITCOIN NO TIENE GASTOS
Con Bitcoin como activo de inversiĂłn no tengo gastos de mantenimiento, ni comunidad, ni seguros, ni riesgos de impago, ni impuestos por tenerlo.
En Portugal, además, no existe el Impuesto de Patrimonio.
En cuanto a ganancias: por la venta del piso (tras más de 15 años) hay que pagar entre el 19% y el 27% dependiendo del importe.
En cambio, en Portugal, si vendes Bitcoin que has mantenido un año o más, no pagas nada.
Estoy convencido de que muchos inversores en inmuebles empezarán a salir poco a poco del ladrillo y entrar en el mundo de la propiedad digital, porque las ventajas son evidentes.
Bitcoin es divisible, inembargable, portable, incensurable, sin gastos de mantenimiento, sin aburridas reuniones de comunidad, sin okupas ni inquilinos morosos.
Bitcoin es propiedad pura, sin fricciones, sin intermediarios y sin sorpresas fiscales.Si te has planteado mudarte desde España a Portugal, en mi web
tienes disponible informaciĂłn con TODOS los trámites necesarios para cambiar tĂş residencia fiscal, esta guĂa te ahorrará tiempo y muchos dolores de cabeza.
GuĂa disponible Valor x Valor
Cripto Panas
Yo llegué a Bitcoin por necesidad.
Hace unos años, cansado de pagar altas comisiones por transferencias bancarias internacionales, decidà busca...
Falta poco para que la App de
@npub1605a...69l7
este disponible para todos. Si quieres conocer qué es y cómo funciona, te lo cuento en este video:
Si estás pensando dejar algunos SATS para tus herederos y no sabes cómo hacerlo sin perder la custodia o sin compartir tus semillas, @lianabitcoin es una muy buena opción.
Seguramente tienes algĂşn cuñado o amigo que solo invierte en ladrillo, porque no entiende quĂ© es Bitcoin...EnvĂale este video.
Bitcoin in Real Life II
My wife studied artisanal jewellery design and worked for several years crafting unique pieces. Yesterday, someone from her hometown messaged her asking if they could call her for a quick consultation.
The situation? Her mother-in-law had recently passed away, leaving behind a large collection of jewels.
Over the years, she had purchased these pieces during trips to places like India, Africa, Brazil, and Mexico. Some featured precious stones, others were made of gold or silver. It was a diverse and valuable collection.
She didn’t buy them just for beauty, she saw them as a form of savings, a way to preserve value over time and even move wealth across borders if needed.
And honestly, that made perfect sense.
For generations, saving in gold and jewels was one of the most practical ways to store value, especially for those who didn’t fully trust banks or wanted something physical they could take with them in uncertain times.
But since 2009, we have a tool that allows us to do this in a much simpler, safer, and more efficient way: Bitcoin.
Now, the family wants to divide the jewels into eight lots of similar value to distribute among the heirs.
My wife’s answer was straightforward:
Most jewelry is valued by the weight of the metal, gold or silver and the quality of the stones. The craftsmanship rarely adds much to the resale price unless it comes from a known designer or brand.
Her advice: visit multiple jewelry shops, get a few appraisals, and use those estimates to create balanced lots.
But just imagine…
If instead of jewels, this woman had left Bitcoin.
There’d be no need for appraisers.
No arguments over who gets what.
No guessing, no expert needed to evaluate the worth or certify the authenticity.
Just a universally recognized, mathematically verifiable asset that can be divided down to the smallest unit and distributed with perfect fairness.
BTC fixes this.
Bitcoin in Real Life
Last week I went on a very special trip: a family reunion. As many of you know, I’m originally from Venezuela, and we all planned to meet up in Spain. Family came in from the U.S., Costa Rica, Australia… and of course, from Venezuela.
For someone still living in Venezuela, getting access to foreign currency is incredibly difficult. Some have managed to open bank accounts abroad to keep part of their savings in a currency that doesn’t lose value as fast as the bolĂvar. One of my relatives, a long-time CitiBank customer, had never had issues with his bank—until now.
While vacationing in Spain, his account was suddenly frozen. Just like that, he couldn’t use his debit or credit cards. When he contacted the bank, they told him he’d have to physically go to a Citi branch in the U.S. to unlock his account.
I gave him a simple but powerful suggestion: next time he travels, he should carry a Bitcoin wallet with some funds. I explained that with just that, he could access local currency anywhere in the world—no banks involved. He didn’t know there are Bitcoin ATMs in Spain. I showed him how the lnp2pBot on Telegram works, and he was surprised by how many people were ready to buy Bitcoin instantly.
I also showed him the map on btcmap.org, where he could see all the businesses that accept BTC as payment. That really opened his eyes.
I’m sure that now he sees Bitcoin differently—not just as an investment asset, but as real money.
BTC fixes this.
That simple.