La Corte Interamericana de Derechos Humanos vuelve a poner las cosas en su lugar: el Estado nicaragüense es responsable por la desaparición forzada de José Ramón Silva Reyes.
Este fallo desnuda lo que el FSLN ha querido ocultar por décadas: un sistema construido sobre impunidad, persecución y mentira.
Para quienes luchamos por una Nicaragua libre, cada verdad recuperada es un golpe más contra la maquinaria del olvido y un paso hacia la justicia que el país merece.

