Puedes comenzar a prepararte en la práctica estoica de la representación objetiva en este momento escribiendo la descripción de un evento molesto o problemático en lenguaje directo. Menciona las cosas con tanta precisión como sea posible y míralas desde una perspectiva más filosófica, con indiferencia estudiada. Una vez que domines este arte, llévalo un paso más allá siguiendo el ejemplo de Paconio Agripino y busca oportunidades positivas. Escribe cómo podrías ejercitar la fortaleza de carácter y cómo afrontarías la situación con sabiduría. Pregúntate cómo podría afrontar la misma situación o que te aconsejaría hacer alguien que admiras. Trata el evento como un compañero de boxeo en el gimnasio que te da una oportunidad para fortalecer la resiliencia emocional y las habilidades para afrontar situaciones. Tal vez quieras leer tu guion en voz alta y revisarlo varias veces o crear distintas versiones hasta que estés seguro de que te ayudó a cambiar lo que sientes respecto a los eventos.
Marco tendía a referirse a esta forma de ver los eventos como suponer la separación de nuestros juicios de valor de eventos externos. Del mismo modo y durante muchas décadas, los terapeutas cognitivos han enseñado a sus pacientes la famosa cita de Epicteto: «Lo que nos altera no son las cosas, sino nuestros juicios respecto a ellas», que se convirtió en una parte integral de la orientación inicial («socialización») del paciente al enfoque del tratamiento. Este tipo de técnica es referido como un «distanciamiento cognitivo» en la TCC, porque es necesario detectar la separación o distancia entre nuestros pensamientos y la realidad externa. Beck lo definía como proceso metacognitivo, es decir, un cambio hacia un nivel de conciencia que involucra «pensar respecto al pensamiento», «Distanciamiento se refiere a la habilidad de ver nuestros propios pensamientos (o creencias) como construcciones de la realidad y no como la realidad misma».