Uno siempre se ilusiona con que, en el cierre de un periodo de gobierno que fue nefasto, la gente que los votó haya aprendido que son una mierda. La verdad es que después, a pesar del hambre y de la desidia, vuelven a votar candidatos aún peores. Claro que no tenemos la izquierda más copada del mundo, pero incluso en su tibieza está a años luz de la turbidez de estos que se van.
Turistas con acento anglosajón en el Copsa preguntando por el "Balneario 14", nadie entiende ni los puede ayudar. Hasta que llego yo, muy inteligente y lúcido, deduciendo que quizás están tratando de decir "Fourteen" (14), porque entendieron que así se llamaba El Fortín. Vuelvo a sentarme con el pecho inflado y abro un libro para exagerar la escena.
Ahora que el antifascismo está más presente en los discursos, estaría bueno que cuando se llenan de ira dejaran de desearle el encierro a las personas.
¿Cuánto de fascismo hay en el "que se pudran en la cárcel"?