Querida loca resentida:
Los dos días -¿los tres?- que recientemente quedaron atrás me agotaron, no solo el cuerpo. Sin remedio, hoy dormí todo lo que el cuerpo necesitó, algo tan básico y que, dados los códigos que manejamos, parece asemejarse a una especie de excentricidad contemporánea.
Disruptivo.
Y, bajo esta premisa, la jornada se me disfrazó de domingo. Entre el descanso tan largo y el ambiente de calidez primaveral desadormecerme fue un acto prolongado. Si es que lo conseguí. Yo creo que para activarme al cien por cien me faltó día. Cuándo no. Mi naturaleza es la que es. Hiperactiva desde luego que no, y para mi desgracia mi metabolismo tampoco tiene un gran nervio.
Da lo mismo. Era el momento, podía permitírmelo y lo hice. La casa puede esperar al fin de semana. La mayor parte de los planes y obligaciones pueden aplazarse si así conviene. Debería hacerse más. Hay que recordarlo: después de una semana llega otra. La vida es breve e incierta, sí, pero no tengo el convencimiento de que tachar objetivos sea vivir. Nadie puede tenerlo. Actuamos como si lo tuviésemos.
#mymadbaddiary
