Henry Ford consiguió que no se patentara el concepto de automóvil. Bien. Ahora imaginen que se hubiese patentado. Primero, seguiríamos con el Ford T porque no habría ningún incentivo a mejorarlo. ¿Para qué vas a invertir en mejorarlo si tienes el público garantizado? (4/9)
Pero cada una de las partes fue mejorando sobre sí misma. Los avances en el automóvil fueron tan grandes porque cada una de las piezas fue mejorando sobre sí misma: los frenos son mejores, los neumáticos son mejores, los volantes son mejores, los motores son mejores... (3/9)
Segundo, cualquier innovación tendría que dar una vuelta enorme. Habría que inventar, por ejemplo, vehículos como las excavadoras, que van con oruga. Eso requiere un diseño totalmente nuevo del concepto. (5/9)