El maximalismo de Bitcoin no es un defecto, es una actitud vital.
Mucha gente ve como un defecto que alguien sea maximalista de Bitcoin.
Sin embargo, ser maximalista de Bitcoin es una postura lógica y eficiente, una actitud vital. Y voy a exponer por qué.
Malcolm Gladwell acuñó la regla de las 10.000 horas, por la cual, para alcanzar la excelencia en un tema, has de dedicarle 10.000 horas de práctica. Esto son 10 horas a la semana en 20 años, 20 horas a la semana en 10 años o 40 horas a la semana en 5 años.
Bitcoin no es sólo un protocolo informático bastante complejo, y que necesita mucho tiempo de estudio y asimilación para entenderlo, incluso para gente con altos conocimientos de Informática y Programación. También es un activo con aspiraciones de convertirse paulatinamente en dinero, esto es, cumplir con tres funciones: reserva de valor, medio de pago ampliamente aceptado y unidad de cuenta. Para cumplir con esas funciones, se decidió por consenso mayoritario que el desarrollo de medios de pago más rápidos se realizara por capas superiores, como es Lightning Network, para que su capa base se “osificara”, es decir, que permaneciera en el tiempo con la mayor inmutabilidad posible. Posteriormente se han añadido nuevos protocolos con el propósito de aumentar o mejorar las funciones de Bitcoin como activo monetario, como Ark, RGB, Roostock, Liquid, Sovrin…
Pero no sólo te abre a aprender algo más de Informática, Redes, Criptografía, Historia del Dinero o Economía Monetaria, sino que abre más puertas. Su objetivo de separar la creación de dinero de las manos del Estado y funcionar como un elemento de soberanía individual te lleva a leer más sobre Historia de las Ideas y Geopolítica. Su escasez por diseño, y cómo influye ésta en el comportamiento de los actores económicos te impulsa a aprender sobre Microeconomía y Economía Conductual. La forma en que recompensa a los mineros te lleva a querer conocer más sobre Teoría de Juegos. Su génesis y los experimentos previos a la misma te llevan a estudiar la Historia de la Informática Moderna y de la Criptografía. Incluso se mezclan aspectos filosóficos y psicológicos en Bitcoin que te llevan a un cambio en tu forma de ver el mundo… Y así de forma sucesiva, se van abriendo madrigueras en tu cerebro que requieren que cada vez le dediques más tiempo a todas las disciplinas que Bitcoin abarca.
Si dedicas tu tiempo a estudiar Bitcoin, no tienes tiempo para leer sobre nada más, y no sólo eso, sino que muchas cosas que lees y, en apariencia, no están asociadas con Bitcoin, puedes llegar a intuir soluciones a las mismas asociadas a Bitcoin. Por ejemplo, un dinero deflacionario podría solucionar el consumismo y el despilfarro en la sociedad moderna, porque en vez de impulsar al consumo desaforado, impulsa a tomar decisiones racionales de inversión y gasto, ya que Bitcoin, al ser escaso, sube su valor de compra con el tiempo, en la medida en que su demanda se incrementa.
Pero, además, todo este estudio te sirve para comprobar que, en los últimos años, ha habido intentos de “crear un mejor Bitcoin” que se han encontrado con que la estructura de Bitcoin consta de tanto conocimiento entrelazado que, si intentas mejorar algo, vas a empeorar una o varias de sus ventajas. Y no sólo eso, sino que empezar desde cero a mejorar algo que tiene 15 años de práctica y cientos de años de conocimiento a sus espaldas como Bitcoin es imposible en la práctica, y acabará fracasando antes o después. Es como querer construir en 2025 las Pirámides de Egipto y pretender compararlas con ellas. Si, es posible que sean mejores, más funcionales, más perfectas, pero no serán admiradas, visitadas y estudiadas por tanta gente porque las obras que duran 5.000 años es posible que duren 5.000 años más, pero las obras que se hicieron hace un año no sabemos si durarán más de un año, por el efecto Lindy (acuñado por Nassim Nicholas Taleb): una tecnología, o algo no perecedero, aumenta su esperanza de vida con cada día más de vida, al contrario que las cosas perecederas.
Por eso existen (existimos) los maximalistas de Bitcoin. Abarcar Bitcoin en todas sus facetas es una tarea que puede costar una vida entera de estudio, y nos hemos propuesto dedicar nuestro tiempo vital (en mi caso, el poco tiempo libre que me queda después de estudiar para mi trabajo la parte que me interesa de la cadena de bloques y de otras criptomonedas, y su encaje en la doctrina tributaria) en mejorar nuestro conocimiento de Bitcoin como la herramienta fundamental que puede llevarnos a una nueva era.
La Asamblea Legislativa de El Salvador modifica ciertos artículos de la Ley Bitcoin aprobada en 2021, según informa el diario salvadoreño El Faro en su cuenta de X.
Aunque se especula que estas modificaciones tienen su origen en la concesión de facilidades crediticias por parte del Fondo Monetario Internacional, entre los efectos positivos que se observan en esta reforma se encuentran los siguientes:
* Se deja de considerar a Bitcoin como moneda de curso legal, quedando como "curso legal". No deja de ser polémico, porque la definición de curso legal es que tenga efectos liberatorios plenos, y la voluntariedad de su aceptación, tanto antes como después de la modificación, no produce esa liberación de obligaciones a su entrega.
* Se convierte a Bitcoin en un activo y no en una moneda, en linea con la normativa de OCDE y FATF-GAFI. Por muy "bitcoiner" que yo sea, tengo claro que hasta que no sea un medio de pago/cambio de aceptación generalizada, no podremos considerar que Bitcoin sea dinero.
* Elimina la obligación de los empresarios a aceptar Bitcoin como medio de pago. Bitcoin es una red de libre entrada, y obligar a entrar en ella es contraproducente y no casa con su ethos.
Pero también veo puntos que pueden ser perjudiciales:
* Elimina la posibilidad de pagar contribuciones monetarias en Bitcoin, lo que perjudica a empresas que, como Boltz, decidieron ir a El Salvador para poder vivir en una economía 100% Bitcoin, e incluso a personas naturales que tomaron esa misma decisión. Puede hacer cambiar de idea a algunos, y forzar una salida.
* Es una derrota ante el FMI, y da sensación de debilidad de El Salvador frente a este organismo internacional.
Como todo cambio, tiene sus claroscuros, y habrá que ver la evolución de esta Ley en los próximos años, así como la evolución de la adopción de Bitcoin como medio de pago generalizado en el país.